martes, 25 de octubre de 2011

Arte y Educación

En la educación artística debemos volver al significado literal de la palabra e intentar de algún modo  “sacar a la luz” lo latente y suprimido del individuo. En la educación de los niños el impulso  estético es natural.
En el niño se desarrolla lentamente el Súper-Yo consciente y crítico que equivale a un censor y suprimido de los instintos. De éstos, los que se manifiestan a través de una actividad estética pueden parecer bastante inofensivos, pero debemos recordar que la tendencia general en este estadio del desarrollo es la de remplazar el principio del placer,  por el que Freud llamó el principió de la realidad.”El Súper-Yo representa todas las restricciones morales, y defienden el impulso hacia la perfección, es decir, equivale a lo que comprendemos psicológicamente acerca de lo que la gente llama las  cosas “elevadas” de la vida humana. Su origen puede situarse en la influencia de los padres, maestros…En general, los padres y demás autoridades similares siguen los dictados de sus Súper-Yo en la educación de sus hijos siendo severos y exigentes.
En el momento de nacer, la gran mayoría es estéticamente sensible, y lo que le ocurre al niño durante los primeros años determina si tendrá  o no una capacidad para la expresión estética, para comunicar sus sentimientos de modo abierto y adecuado con un “efecto informativo” sobre los demás individuos.
Platón distingue tres grados y órdenes de objetos: primero, la forma absoluta y eterna; segundo, el objeto perceptible; y el tercero, la obra de arte. Estos tres grados de la realidad corresponden a tres grados de conocimiento.
“La educación aplicada al arte no lleva al medio feliz”
Freud definió el ello como un caos afirmando que la obra de arte es siempre ordenación.
El único común denominador de todos los tipos de arte es una cierta intensidad o vitalidad, es estilo del artista.
Una obra de arte implica  una cierta cantidad así como calidad de la obra y la intensidad tienen que ser coextendida a la cantidad.
La fantasía es una facultad del espíritu capaz de inventar imágenes mentales distintas a la realidad bien sea en algunos detalles o en conjunto.
La creatividad es una capacidad de producción en la que la fantasía y la razón están unidas, por lo que el resultado que se obtiene siempre es realizable en la práctica.
Con la fantasía se puede imaginar todo lo que se quiere.
Un ejemplo de fantasía artística es un cuadro de jerónimo Bosch (1450-1516), el holandés de quien podemos decir que nació gran parte del surrealismo moderno.
La fantasía ayuda a los artistas a inventar seres sobrenaturales: dragones, ángeles , apariciones insólitas y situaciones fuera de las leyes conocidas de la naturaleza como por ejemplo  Paolo Uccello. San Jorge y el dragón.

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